miércoles, 3 de diciembre de 2008

3 - PROPOSICIÓN DE LEY SOBRE LA DECLARACIÓN DEL AÑO 2006, COMO AÑO DE LA MEMORIA HISTÓRICA

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Continuamos con el turno del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana. Tiene la palabra el señor Tardá.

El señor TARDÁ I COMA: Señora presidenta, señorías, celebramos la coincidencia con Izquierda Unida de que el año 2006 debe ser un año clave para la recuperación de la memoria histórica. Si nuestro grupo presentó en julio del año pasado una proposición no de ley en la que se instaba a la conmemoración durante el año 2006 del 75º aniversario de la proclamación de la II República española, los compañeros y compañeras de Izquierda Unida nos traen a debate hoy una proposición de ley en la que se pretende declarar este año como el año de la memoria histórica, coincidiendo con la efemérides citada.

En definitiva, es una coincidencia de fondo y contenido que nos permitirá ponernos de acuerdo en uno de los temas clave de la presente legislatura: la recuperación de una memoria histórica que supere la amnesia colectiva a la que nos obligaron cuarenta años de cruel dictadura.

Ahora bien, para llevar adelante este proceso necesitamos el apoyo del Gobierno español y del grupo mayoritario de la Cámara. De hecho, uno de los motivos por los que los republicanos dimos nuestro apoyo a este Gobierno y a su presidente fue su compromiso con la recuperación de la memoria histórica. Hoy, cuando estamos rozando el ecuador de la legislatura, ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos. El Grupo de Esquerra Republicana ha sido paciente con este Gobierno. Hemos esperado para que la Comisión creada para estudiar la recuperación de la memoria histórica trabajara con calma y sin presiones por urgencias. Hemos confiado en el trabajo que realizaban, delimitados por las propias fechas que el Gobierno español decidió establecer para tener unas conclusiones definitivas. Estas fechas se han cumplido y comenzamos a mostrarnos impacientes, porque ni el Gobierno español ha presentado la ley de la memoria histórica a la que se comprometió, ni ha anunciado una fecha para hacerlo. Nuestra paciencia ha sido demostrada, pero el tiempo para el cumplimiento de los compromisos de la presente legislatura nos apremia y ya no podemos esperar más, máxime cuando el gran compromiso del presidente español con el pueblo de Cataluña, el compromiso de aprobar el Estatut de nuestro Parlament, no ha sido cumplido. No queríamos que nos aprobaran un Estatut, queríamos que nos aprobaran el Estatut. Ahora no queremos que hagan una ley de la memoria histórica, sino que queremos la ley de la memoria histórica, sin recortes. Consideramos que sería un paso adelante que hoy voten la presente proposición de ley que han traído hasta aquí nuestros compañeros de Izquierda Unida y que durante este año se conmemore el 75º aniversario de la proclamación de la República española, nuestra República; que se editen monedas o sellos o que se realicen toda una serie de actos o actividades que rememoren la legalidad republicana y la negra etapa de terror de la dictadura fascista. Pero no será suficiente y no lo será hasta que exista una ley integral de recuperación de la memoria que no solo desentierre verdades, sino que reconozca jurídicamente la condición de víctimas a todas las personas que sufrieron represalias, a todos los luchadores y luchadoras que sacrificaron su bienestar o su vida en defensa de la República, en defensa de la democracia, en defensa de la libertad.

La España democrática debe hacer un ejercicio de reconocimiento de su pasado para cerrar las viejas heridas de aquellas personas que lucharon por la libertad y por la democracia, que fueron reprimidas, expulsadas de su tierra o asesinadas. Es un deber recuperar las historias individuales que conforman la historia más reciente del Estado. No se trata de un ejercicio de venganza, ni mucho menos, no reclamamos que los culpables de represión y genocidio sean juzgados y castigados por ello, aunque, como saben, los crímenes contra la humanidad nunca prescriben. No pedimos eso. Lo que reclamamos es que la actual ciudadanía del Estado conozca qué fue la dictadura franquista para que no vuelva a repetirse, que conozca la lucha de un pueblo por la democracia y las libertades para que valore la democracia y las libertades que hoy tenemos, y que finalmente reconozca el trabajo de las personas que defendieron la legalidad republicana a las que la historiografía y el sistema franquista han criminalizado, para que sus familias, lejos de sentirse humilladas de su pasado, se sientan orgullosas de él. Solo se pueden sentir ofendidos aquellos que protagonizaron la represión franquista o aquellos que se sienten herederos de ella. La España democrática de las izquierdas o de las derechas debe reconocer y restituir la lucha por la democracia en los años treinta. La izquierda española debe ser suficientemente valiente para hacerlo y la derecha española debe ser suficientemente democrática para condenar la dictadura franquista y reconocer la labor de los defensores de las libertades. Si no es capaz de hacerlo es que no es suficientemente democrática, es que no ha roto con el pasado franquista, es que se sienten herederos de él.

La España democrática, pues, debe hacer un ejercicio de pedagogía entre su propia ciudadanía; en este sentido iban buena parte de las proposiciones no de ley que hemos presentado en esta legislatura, como la de realizar una serie de televisión en horario de máxima audiencia que explique tanto la II República española como la represión de la dictadura franquista; la que hacía referencia a la incorporación en los libros de texto escolares de la memoria histórica de la II República y la dictadura franquista; otra que hacía referencia a la reconversión de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en un centro memorial y documental sobre la represión franquista; otra declarando el 14 de abril día de la República, o la proposición no de ley sobre la conmemoración del 75º aniversario de la proclamación de la República, coincidente con la de nuestros compañeros.

Vamos a trasladar el contenido de estas proposiciones no de ley como enmiendas a esta proposición de ley que esperamos que hoy se apruebe, porque si bien consideramos que es una iniciativa interesante y un punto de partida, creemos que hay que completarla para que el año de la memoria histórica tenga una mayor difusión y para que permanezca en el tiempo con material educativo y espacios conmemorativos a lo largo de la geografía del Estado. Por todo ello, por la coincidencia con nuestras iniciativas, por la idoneidad de la efeméride y por las aportaciones que pensamos realizar a lo largo del trámite parlamentario y que esperamos sean bien recibidas por el grupo proponente, vamos a votar a favor de la proposición de ley de Izquierda Unida, y ello sin dejar de insistir al Gobierno y al grupo mayoritario de esta Cámara en que ha llegado la hora de pasar de los hechos a las palabras y que esperamos que presenten en breve plazo la ley de recuperación de la memoria histórica y antifascista, donde se reconozca y restituya —repito, donde se reconozca y restituya— jurídica, moral y económicamente a las luchadoras y luchadores por las libertades y la democracia. Piensen que ya estamos enterrando a los hijos de los fusilados y las fusiladas por el fascismo y todavía no han sido anuladas las causas sumarísimas que los llevaron ante un pelotón de ejecución. Muchas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA (Chacón i Piqueras):

A usted, señor Tardá.

Continuamos con el turno del señor Xuclà, en nombre del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió). Adelante, señor Xuclà.

El señor XUCLÀ I COSTA: Muchas gracias, señora presidenta.

Señorías, intervengo en nombre del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) para anunciar de entrada el voto positivo de mi grupo parlamentario a esta proposición de ley del Grupo de Izquierda Verde, que creemos ajustada, oportuna y acertada. Es una iniciativa breve pero con un alto valor declarativo, con un alto valor político. Valoramos y apreciamos como justos y apropiados estos tres artículos y estas dos disposiciones, que además nos permitirán durante su tramitación parlamentaria algunas aportaciones por parte de distintos grupos parlamentarios, también por parte del que represento, el cual desde el inicio de esta legislatura y también desde hace unas cuantas legislaturas viene proponiendo distintas medidas justo en la misma línea y que además en esta legislatura estaba convencido —y había depositado la confianza en el Gobierno y en el grupo de la mayoría— de que se tramitarían con más celeridad y con un mayor exactitud. Creemos que es el momento de reconocer, desde la máxima dignidad que supone este Parlamento, a las víctimas de la guerra civil y también a los que padecieron la persecución y fueron víctimas de la dictadura franquista.

Como saben sus señorías, en el momento de la transición existió un pacto —que muchas veces se ha dicho tácito, pero yo creo que es más que tácito, que forma parte ya de los libros de historia— de una amnesia colectiva selectiva. Después de un cuarto de siglo de convivencia democrática creemos que ha llegado el momento de afinar la verdad histórica. También valoramos muy positivamente algunos pasos que ha dado este Parlamento, este Congreso de los Diputados, durante la presente legislatura sobre toda la verdad histórica. Por ejemplo, valoramos positivamente el reconocimiento de lo que supuso el fusilamiento del presidente de la Generalitat de Cataluña. Valoramos muy positivamente el debate que trajo ante este Pleno el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) sobre lo que supuso también el fusilamiento del que fuera diputado de estas Cortes, el señor Carrasco i Formiguera. En definitiva, debemos analizar y valorar los claroscuros que hubo en la parte de la legitimidad republicana. Creo que este viaje hacia el valor histórico de la verdad lo estamos haciendo en los debates parlamentarios de esta legislatura y que a mejorarlo contribuirá la tramitación de esta proposición de ley sobre la memoria histórica por la cual se instaura el año 2006 como el año de la memoria de los hechos acaecidos durante la guerra civil, la República y la larga noche del franquismo.

Dicho esto, señorías, señora presidenta, me gustaría hacer una referencia final no sobre los puntos positivos, aquello en lo que hemos avanzado durante esta legislatura, sino sobre los incumplimientos importantes por parte del grupo de la mayoría y del Gobierno. Empezamos esta legislatura con el debate, en el mes de junio de 2004, de una proposición no de ley con un importante valor político, por la cual instábamos al Gobierno a presentar una iniciativa para la reparación moral, política y económica de las víctimas de la guerra civil y del franquismo. No se ha dado cumplimiento a aquella proposición no de ley de principios de legislatura. Pero estamos especialmente decepcionados, nos sentimos defraudados y, si me permiten sus señorías, nos sentimos engañados ante lo que fue la máxima aproximación a la posibilidad de tramitación de un proyecto de ley para la reparación de los daños causados a las víctimas de la guerra civil y del franquismo. En el primer periodo de sesiones del año 2005 este grupo parlamentario presentó una proposición de ley, más amplia incluso que la planteada en estos momentos por Izquierda Unida, con propuestas concretas para la reparación de los daños causados a las víctimas de la guerra civil y del franquismo. El grupo parlamentario de la mayoría, el Grupo Socialista, nos pidió que retiraramos esta proposición de ley con un compromiso firme, con un compromiso desde la tribuna, con un compromiso del diputado Ramón Jáuregui de presentar un proyecto de ley antes del mes de junio del año 2005. Estamos en el mes de febrero del año 2006 y estamos a punto de llegar al ecuador de la legislatura.

Insisto, nos sentimos profundamente defraudados, nos sentimos engañados respecto al compromiso del grupo de la mayoría.

Queremos aprovechar, pues, la toma en consideración de esta proposición de ley para presentar en forma de enmiendas aquellas iniciativas que el Gobierno se había comprometido a impulsar y aquellas iniciativas a las que la Comisión interministerial de la memoria histórica está dando vueltas, pero sobre las que no está encontrando el acierto para elevarlas en forma de proyecto de ley antes estas Cortes Generales. Bienvenido sea, pues, este nuevo paso adelante hacia la verdad histórica desde la concordia que ha presidido estos 25 años de vida democrática.

Esperemos que a partir de esta iniciativa parlamentaria resolvamos la falta de impulso político del Gobierno en esta tan sensible e importante materia.

Muchas gracias, señora presidenta.

La señora VICEPRESIDENTA (Chacón i Piqueras):

A usted, señor Xuclà, muchísimas gracias.

Continuamos con el turno del Grupo Parlamentario Popular.

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