martes, 3 de noviembre de 2009

EN LOS 80 Y 90, SE ABRIERON UNIVERSIDADES COMO SE ABREN CHURRERIAS

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Aiseus dijo el día 2 de Noviembre de 2009 a las 12:38:40:
Está claro que en España sobran universitarios y faltan titulados de F.P. La culpa la tienen fundamentalmente los políticos, que en los años 80 y 90 abrieron universidades como quien abre churrerías. Con lo cual, las universidades se han poblado de profesores que realmente no están preparados para dar clases (muchos han accedido a esos puestos porque son los hijos del catedrático o los sobrinos del decano o los cuñados del jefe de departamento) y de alumnos que salen poco preparados porque encima tampoco hacen muchas prácticas (el material de laboratorio es caro).

También tienen parte de culpa los padres, que se piensan que mandar al hijo a la universidad es más prestigioso que mandarlo a la F.P., con lo cual acaban estudiando esta última los alumnos más torpes. Si a esto le unimos que España no es una gran potencia industrial como Alemania, Japón, EEUU, Francia, Gran Bretaña, etc., y que no hay un gran tejido empresarial, la conclusión es que nos sobran miles y miles de universitarios.

Por eso es frecuente ver a titulados en empresariales y económicas trabajando como auxiliares administrativos o a ingenieros como operarios más o menos especializados en fábricas. Hace años una multinacional useña montó una fábrica en Andalucía y los jerifaltes americanos se quedaron sorprendidos al comprobar que más de la mitad de los operarios eran titulados universitarios.

Para los universitarios que no quieran ejercer de operarios en la empresa privada siempre les queda la opción de las oposiciones. Eso explica que mientras en muchos países occidentales faltan profesores de secundaria en España hay tortas por conseguir una plaza de profesor de secundaria (para alegría de las academias de preparación de opositores), trabajo éste que no es de los más estimulantes, dada la fauna que puebla muchos de los institutos de secundaria españoles.

Y finalmente, para los universitarios que no quieren acabar en un instituto bregando con adolescentes que parecen sacados de la edad de las cavernas, siempre queda la opción de la política. Aunque eso es relativo, porque ahí tenemos a Pepiñ..., perdón, quería decir Don José Blanco, que a pesar de no tener titulación universitaria ahí está, hecho todo un "menestro" de Fomento. La prueba evidente de que en España los títulos universitarios no sirven para nada.

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